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30/05/2012 Deja un comentario
Turismo, Comunicación y Medio Ambiente
30/05/2012 Deja un comentario
20/01/2010 Deja un comentario
Natural Touring está analizando distintas opciones para calefactar los cerca de 1000 m² de las instalaciones de Sol de Sagastui y, tras descartar algunas de las energías renovables más conocidas por razones obvias (solar y eólica), la alternativa que con más posibilidades se perfila es la biomasa (con pena de la geotermia).
03/11/2008 2 comentarios
La casa-palacio de los Sagastui, conocida popularmente como Casa Polentxo, junto con el edificio anexo conocido como Casa Gilda, será la sede del Centro de Orientación Sol de Sagastui, que proyecta en Bujanda (Campezo) la empresa Natural Touring SL.
En verano de 2004, la Sociedad de Gestión del Patrimonio Cultural Arabarri financió un estudio histórico constructivo a cargo del Grupo de Investigación en Arqueología de la Arquitectura de la Universidad del País Vasco, previo a las obras de restauración que implicaban la demolición de importantes elementos patrimoniales del edificio; verbigracia, los muros norte y oeste severamente dañados por defectos de cálculo en la reforma realizada en el siglo XVII.
El estudio data los restos más antiguos entre los siglos XIII-XV, pertenecientes a dos primeras viviendas dedicadas principalmente a actividades agrícolas y ganaderas, además de a residenciales.
En torno a 1675 se realizó una importante reforma, con la construcción de la casa-palacio. Como consecuencia de la intervención se unieron las dos viviendas antiguas y sobre sus muros se añadió una nueva planta.
La diferencia en la rasante del terreno entre la fachada principal y la primera vivienda, así como el sobrepeso de la planta y cubierta nuevas sobre los viejos muros de toba, debió provocar graves problemas estructurales muy pronto, que se fueron paliando provisionalmente con refuerzos y remodelaciones posteriores.
Según la valoración de los especialistas, lo más destacable de la casa es su fachada principal, con escudo y ventanas decoradas con recerco en oreja y alféizar labrado, elementos que permiten fechar la reforma de la casa en la segunda mitad del siglo XVII.
De acuerdo con esta datación, se puede atribuir la reforma a don Martín Santos Sagasti Gamiz, bautizado en Bujanda el 1 de noviembre de 1649. Fue el cuarto de siete hijos del matrimonio Adrián Sagasti (Antoñana, 1619) y Magdalena Gámiz (Bujanda, 1618 – 1679). Martín Sagasti contrajo nupcias a los 22 años con Ysabela Mansoa, natural de Apellániz, en la parroquia de la Asunción de dicha localidad. Martín e Ysabela tuvieron cuatro hijos: Juan (1683), Magdalena (1679), Ysabel (1681) y Francisco Javier (1683 – 1750). Este último, el benjamín, recibió en herencia la casa-palacio. Sus cinco generaciones de descendientes están documentadas, hasta llegar al último Sagastui habitante de la casa, Lázaro Sagastui Vélez de Mendizabal, bautizado el 28 de febrero de 1882, tataranieto del segundo y longevo hijo de Francisco Javier, Fausto Antonio Sagastui González de Alegría (Bujanda, 1738 – 1820) .
Puede pensarse que fuera el párroco que bautizó a Fausto Antonio en 1738 quien introdujera la vocal «u» en el sufijo del apellido (convirtiendo Sagasti en Sagastui). De hecho los registros diocesanos recogen tres variantes patronímicas para los cuatro hermanos: Sagasti, Sagastia y Sagastui.
El padre de Fausto Antonio, Francisco Javier Sagasti Mansoa (16 de mayo de 1683-6 de febrero de 1750), mantuvo su vecindad en Bujanda pese a ocupar el cargo de alcalde mayor del valle de Arraya. La vinculación de Bujanda con este valle había sido muy estrecha por lo menos desde el siglo XIV, a través de la abadía de Santa Pía de Laminoria, perceptora de los diezmos y rectora de los beneficiarios de Bujanda. Como anécdota, cabe señalar la demanda interpuesta en 1726 contra Francisco Javier por el cura beneficiado de Vírgala Mayor, Bernardo López de Vicuña, cuyo registro se encuentra en la Chancillería de Valladolid.
Todavía viven en Bujanda personas que recuerdan a Lázaro, tataranieto de Francisco Javier y último Sagastui en habitar la casa-palacio. Fue Lázaro hombre alto y elegante, que en invierno solía vestir capa y sombrero. No tuvo ocupación, otra que la de rentista, ni tampoco descendientes, por lo que fue vendiendo todas sus fincas, incluidas las huertas. Al alcanzar cierta edad también vendió la casa, a Polentxo (Estívariz), pariente suyo de Santa Cruz de Campezo.
La casa fue adquirida a Polentxo por Daniel Elorza, padre de José Antonio, en los años cincuenta y utilizada como secadero de tabaco duarante al menos dos décadas. Es en este momento cuando se realizan las últimas reformas, entre las que destaca la ampliación del portón de acceso, con fines prácticos y funcionales: utilizar la planta baja como cubierta para la maquinaria agrícola. Todavía se conserva una atadora marca Ajuria.
El 4 de mayo de 1993 la casa fue adquirida por una asociación de tiempo libre de Vitoria que al poco tiempo, el 5 de enero de 1996, se deshizo de ella dados los graves problemas estructurales que la casa sufría. Con ayuda de Arabarri, en 2007 se ha acometido una restauración integral de estructura y cubierta.
El arquitecto encargado de la restauración, Mikel Landa, es experto en la recuperación de estructuras de madera. Su intervención ha tratado de mantener la estructura original, realizando injertos sobre los elementos dañados, fundamentalmente una correa de cubierta y una viga de planta primera, así como el reforzamiento del forjado de solivos en aquellas partes en las que se han conservado las bovedillas.
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